Para iniciar, estamos seguros de que tienes una idea concisa sobre la palabra “térmico” y su significado. Por mencionarte un ejemplo: es común que en esta temporada de otoño-invierno se use la famosa ropa térmica, la cual, en pocas palabras, consiste en prendas diseñadas específicamente para proporcionarnos calor durante el frío.
Pues bien, esta palabra engloba todo lo relacionado a la temperatura, y no solamente se trata de “mantenernos calientitos” durante la temporada invernal, sino que también es un concepto muy importante en nuestra industria. Así es, nos referimos a la energía térmica.
¿En qué consiste la energía térmica?
Se trata de un tipo de energía que se genera a partir del movimiento de partículas a nivel molecular. Este tipo de energía es omnipresente en nuestro entorno, ya que proviene de fuentes naturales como el sol, la tierra y las fuentes geotérmicas.
De hecho, el mismo Sol es la principal fuente de energía térmica, ya que irradia constantemente enormes cantidades de calor hacia la Tierra. Esta energía puede ser capturada mediante tecnologías como paneles solares y colectores solares térmicos. Estos dispositivos aprovechan la radiación solar para calentar agua o fluidos térmicos, los cuales a su vez pueden utilizarse para generar electricidad o para calefacción en edificaciones.

Otro punto muy bueno a su favor es que, como muchas otras energías alternativas, es una fuente inagotable de potencial para impulsar el desarrollo sostenible y la transición hacia una matriz energética más limpia y eficiente, sobre todo por tener una fuerte relación, obviamente, con la energía solar.
¿A qué nos referimos? La forma en que trabajan los paneles y conectores solares es a través de capturar el calor del Sol, almacenarla y utilizarla tanto para labores industriales como para actividades del hogar. Esta forma de aprovechamiento de la energía térmica no solo reduce la dependencia de fuentes de energía no renovables, sino que también contribuye a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero.
Aprovechando el auge de estas mismas alternativas, muchas industrias han optado por implementarla en sus procesos gracias a su constancia y disponibilidad, sin estar sujeta a las variaciones climáticas que afectan a otras fuentes de energía renovable.
Desde la producción de alimentos hasta la manufactura de productos químicos y materiales, la energía térmica es un componente crítico en la mayoría de las cadenas de producción. La eficiencia en el uso de esta energía en la industria es esencial para minimizar el consumo de recursos y reducir la huella ambiental de dichos procesos.
En conclusión, la energía térmica es una fuente inagotable de potencial con un papel fundamental en nuestra vida diaria y en la sostenibilidad ambiental, además de ser un ejemplo de desarrollo tecnológico que marcará un antes y después en el futuro de la industria energética.
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