Tanto aquí como en otros espacios se suele mencionar que la energía ecológica forma parte del futuro de nuestro mundo, un futuro mucho más sustentable, en el que nosotros, como sociedad, aportemos con mayor dedicación al cuidado de este planeta en que habitamos.
Hay una infinidad de ejemplos al respecto, aunque los más populares son los diferentes tipos de fuentes alternativas (un tema muy frecuente en nuestro blog), así como también las maneras en que podemos ahorrar energía tanto en nuestros hogares como negocios y espacios de trabajo.
Retomando el ejemplo de las energías, uno de los elementos necesarios para que estas fuentes alternativas funcionen adecuadamente, en algunos casos, es el hidrógeno. ¡Eso es lo que queremos contarte el día de hoy!
¿Qué es el hidrógeno verde?
Antes que nada, aunque es un elemento natural, presente en un alto porcentaje de materia, el problema radica en los procesos que suelen utilizarse para su obtención, y es ahí lo que define si su uso como combustible es limpio o no.
Por ende, el llamado hidrógeno verde es aquel que está en su total estado puro, sin ningún otro agente o procedimiento que reduzca esta característica, y en la actualidad funge como uno de los componentes principales para cumplir con el objetivo de la descarbonización del planeta y reducir las emisiones de gases que incrementan el efecto invernadero.
Además, una de sus propiedades es que, al utilizarse energías renovables, o cualquier otro método mucho menos contaminante que los más comunes, hace que el hidrógeno verde no sea solo un componente, sino también materia prima, y está demostrado ser igual o más eficiente que los combustibles fósiles.
Ahora, para su obtención, el método requerido es un proceso de electrólisis que es impulsado por fuentes renovables, siendo la energía solar y eólica las más comunes para ello. Y como mencionamos en el párrafo anterior, este es un proceso libre de contaminantes y combustibles fósiles.
Entonces, aquí es cuando se confirma que este elemento es mucho más poderoso ecológicamente, no solo por ser altamente renovable, sino también porque es capaz de ahorrar hasta 820 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que genera el mismo hidrógeno pero cuando se produce por medio de combustibles fósiles.
En resumen, estamos ante otro ejemplo que precisamente indica que contamos con la tecnología ideal para lograr vivir en un mundo mucho más limpio, con avances más sustentables e idóneos para un mejor futuro.
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