El sector energético funciona de diferentes maneras, entre las que figuran aquellas modernas y tecnológicas que han sido desarrolladas para el beneficio de esta industria y la naturaleza, aunque también están aquellas tradicionales, que han funcionado durante décadas y que, desgraciadamente, no tienen el mismo efecto.

Se sabe que los combustibles fósiles son los más utilizados para generar energía , sin embargo son agentes altamente contaminantes. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son uno de tantos ejemplos.
Este es uno de los agentes contaminantes más severos de muchas industrias, junto con los desechos y otros. No obstante, esto en términos industriales, puesto que el dióxido de carbono es también un agente natural presente en nuestra atmósfera, los océanos y la biosfera.
Y como bien dice la frase: todo en exceso es malo, ya que la presencia de CO2 en el ambiente ha sobrepasado sus cantidades normales en los últimos 170 años, cifras que aumentaron de manera muy considerable teniendo en cuenta el desarrollo y crecimiento industrial.
¿Cuál es su principal consecuencia? Fácil: el sobrecalentamiento de la Tierra, y la peor noticia es que el CO2 no es el único agente que incrementa esta problemática, puesto que también intervienen otros gases como el metano y el óxido nitroso.
Otra mala noticia es que nuestra industria registró una cifra récord de emisiones de CO2 el año pasado, además de que el consumo de energía primaria tuvo un incremento de aproximadamente un 3% en comparación con las cifras previas a la pandemia por Covid-19.

Esto se debe a que los combustibles fósiles representan un 81% del consumo, algo que sigue siendo demasiado alto a pesar de que, actualmente, el mundo cuenta con más iniciativas renovables, sobre todo la energía eólica y solar, y es por esta razón que el sector energético está tomando cada vez más conciencia respecto a suplir los combustibles fósiles por aquellos sustentables.
En resumen, esta es una de tantas razones por las cuales dichos combustibles, a pesar de su utilidad, no son agentes precisamente beneficiosos para nuestra sociedad, y esto sin tomar en cuenta el consumo de energía y demás detalles que utilizamos en nuestra vida cotidiana, puesto que, a largo plazo, tienen muchas consecuencias que nos perjudican directamente.
Es por ello que en Alteso estamos conscientes de las iniciativas sustentables que mejoren tanto nuestra industria como nuestra calidad de vida, teniendo la esperanza de que esta evolución sea un progreso importante para la sociedad y para el mundo.